La actividad volcánica acaecida en Indonesia a
causa de la erupción del volcán Tambora en 1815,
provocó efectos claramente perceptibles por la cantidad de
ceniza liberada. Las corrientes atmosféricas propiciaron
su dispersión alrededor del planeta, provocando el llamado
año sin verano, en 1816, debido a un
oscurecimiento generalizado y un descenso marcado de la
temperatura provocado por el material particulado suspendido
.
Las erupciones explosivas del Monte Santa Helena en
Washington (1980) y la del Pinatubo en Filipinas (1991)
representaron un importante riesgo, especialmente este
último, que arrojó una cantidad colosal de sulfatos
a la estratosfera, lo que provocó un descenso de la
temperatura mundial que se prolongó durante dos
años. La erupción del Monte Santa Helena fue mayor
que la registrada por el Chichón en México (1982),
pero expulsó menos aerosoles a la atmósfera. La
mayoría de las partículas emitidas por el Monte
Santa Helena fueron grandes y sedimentaron desde la
atmósfera en cuestión de semanas. Por su parte, el
Chichón produjo una cantidad mayor de azufre, el cual
formó dióxido de azufre, que después de
reaccionar con el vapor de agua en la estratosfera, dio paso a
una bruma de gotas de ácido sulfúrico,
caracterizadas por su estabilidad química y sus elevados
tiempos de sedimentación. Las predicciones del efecto
final de la nube de polvo producida por el Chichón sobre
el clima fueron que la nube provocaría un enfriamiento
global en la superficie de la Tierra de
0.3 ºC.
EFECTOS SOBRE EL ENTORNO
Tormenta de cenizas: la erupción
volcánica expulsa por el aire o por medio de una columna
de gases pedazos de lava que, según su tamaño,
serán cenizas, arena, bloques… Las cenizas pueden
producir incendios forestales, además de cubrir tierras
dedicadas a la agricultura y tejados -hasta derrumbarlos-,
destruir cosechas o impedir las siembras
temporalmente.
Flujos de fuego: las rocas calientes, de muy
diversos tamaños y envueltos en gases que se desplazan
como un fluido por las laderas de los volcanes, pueden alcanzar
temperaturas de varios cientos de grados y velocidades entre los
50 y 150 kilómetros por hora. Se trata de los productos
volcánicos más destructivos y mortales, ya que
arrasan lo que encuentran a su paso, incluidas construcciones o
cualquier forma de vida debido a su fuerza y alta
temperatura.
Avalanchas de barro: se componen de fragmentos de
rocas, cenizas, sedimentos y gran cantidad de agua, lo que hace
que fluyan rápidamente pendiente abajo debido a su gran
capacidad de arrastre. Estas avalanchas se llevan suelos,
vegetación, rocas y todos los objetos que se encuentran a
su paso, formando enormes ríos de lodo y piedras. Han
llegado a enterrar poblaciones enteras y a modificar el cauce de
grandes ríos.
Ríos de lava: se producen por el derrame
de roca fundida que emite el volcán, aunque rara vez
ocasionan víctimas ya que descienden lentamente. Estos
ríos destruyen todo lo que encuentran a su paso por
incineración, choque y sepultamiento. Otro efecto son los
incendios forestales que provocan la desaparición de
bosques enteros. También se originan elevaciones
montañosas.
Gases y lluvia ácida: el magma contiene
gases disueltos que son liberados por las erupciones hacia la
atmósfera, normalmente tóxicos y peligrosos para la
vida vegetal y animal. Los gases pueden causar efectos nocivos
especialmente en el área cercana al macizo
volcánico (5 kilómetros), aunque en algunos
países los han provocado hasta a 30 kilómetros de
distancia del punto de emisión. La lluvia ácida
afecta principalmente los ojos, la piel y al sistema respiratorio
de las personas. También causa daños a cosechas y
animales que comen la vegetación afectada. En ocasiones,
las gotas de lluvia al mezclarse con los gases adheridos a las
cenizas pueden causar la lluvia ácida, perjudicial tanto
para las personas, animales y vegetación, como para
estructuras metálicas. Los gases y cenizas emitidos por el
volcán producen contaminación natural y lluvias
ácidas e incluso, si la erupción es fuerte, pueden
alterar el clima mundial. Las fuertes erupciones pueden provocar
terremotos y maremotos (tsunamis), como por ejemplo el
volcán Krakatoa en sudeste asiático que
provocó la muerte de 36 000 personas.
Contaminantes: La actividad volcánica es
una fuente natural de contaminación, la cual aporta una
cantidad considerable de contaminantes, principalmente a la
atmósfera. Se ha documentado que dicha actividad
representa riesgos para los ecosistemas y las poblaciones humanas
que se ubican cerca de los edificios volcánicos, no
obstante se ha descrito que incluso organismos que se localizan a
distancias considerables de las zonas con actividad
volcánica también pueden verse afectados. Dentro de
los principales riesgos volcánicos destacan la
emisión de ceniza y gases, relacionándose con la
cantidad y el número de exposiciones a dichos eventos. En
este contexto, la colaboración entre vulcanólogos,
meteorólogos, químicos, biólogos,
agrónomos y profesionales de la salud permitirá
mitigar los riesgos de la actividad volcánica. El objetivo
de esta revisión es presentar los riesgos para el medio
ambiente y la salud asociados con la emisión de ceniza
volcánica.
Conclusiones
Bibliografía
VOLCANES. Ciencias de la tierra para la
sociedad. Documento pdf 8 páginas. Dr. Juan Carlos Mora.
Geofísica de la UNAM.
VOLCANES Y SISMISIDAD. Instituto
Geofísico del Perú, centro nacional de datos
geofísicos. Yanet Antayhua Hernando Tavera. Documento pdf
86 páginas.
SUPERVOLCANES. [ON LINE] Disponible en:
http://es.wikipedia.org/w/index. php?title= S
upervolcán&oldid=54862587. Visitado el dia 14 de junio
del 2012
Anexos
SUPERVOLCANES
Supervolcán es un término que se
refiere a un tipo de volcán que produce las mayores y
más voluminosas erupciones de la Tierra. La explosividad
real de estas erupciones varía, si bien el volumen de
magma erupcionado es suficiente en cada caso para alterar
radicalmente el paisaje circundante, e incluso para alterar el
clima global durante años, con un efecto
cataclísmico para la vida, similar al que pudiera tener un
invierno nuclear.
El término fue acuñado en el año
2000 por los productores del programa de divulgación
científica Horizon de la cadena televisiva BBC,
para referirse específicamente a este tipo de erupciones.
Esta investigación dio a conocer el tema ante el
público no especializado, permitiendo así otros
estudios en la misma línea referentes a los posibles
efectos de los supervolcanes. En principio,
supervolcán no es un término
técnico usado en vulcanología, aunque ya desde el
año 2003 ha sido empleado en varios artículos.
Aunque no hay definido un tamaño mínimo para un
supervolcán, hay al menos dos tipos de erupciones
volcánicas que pueden ser identificadas con supervolcanes:
erupciones masivas y grandes provincias ígneas.
Comparativamente, un supervolcán puede ser
considerado como tal cuando en una sola erupción expulsa
más de 50 veces la cantidad de material que expulsó
el Krakatoa.
Pero un supervolcan no se trata de un volcán
grande, la principal diferencia entre estos es que el supervolcan
no se ve, se trata de una acumulación subterránea
de magma. Lo que ocurre es que al no poder liberar presión
por estar bajo tierra, el magma va acumulándose,
"inflando" el terreno, aumentando la presión
espectacularmente hasta que estalla. Se sabe que en el
supervolcán de Yellowstone, explosiones anteriores
lanzaron rocas de tamaño considerable que podría
llegar desde América hasta Europa.
Grandes provincias ígneas
Una gran provincia ígnea (LIP, del
inglés Large igneous province) es una extensa
región basáltica a escala continental, resultado de
extensas coladas de lava basáltica. Estas regiones pueden
ocupar, al originarse, varios millones de kilómetros
cuadrados, y tener volúmenes del orden del millón
de kilómetros cúbicos. En varios casos, la
mayoría del material se asienta durante un extenso pero
geológicamente corto periodo de menos de un millón
de años de duración.
Erupciones masivas
Las erupciones con un índice de explosividad
volcánica (VEI, del inglés Volcanic
Explosivity Index) de un valor de 8 (VEI-8) son sucesos de
dimensiones colosales que expulsan al menos 1 000 km³ de
magma y material piroclástico. Una erupción tal
arrasaría virtualmente toda vida en un radio de cientos de
kilómetros, e incluso sepultaría bajo una capa de
cenizas algunas regiones continentales bastante alejadas. Las
erupciones con un índice VEI-8 son tan poderosas que crean
calderas circulares del tamaño de montañas, ya que
el derrumbe del material en el sitio de la erupción
rellena el espacio vacío de la cámara
magmática que había debajo. La caldera puede
perdurar millones de años después de que haya
cesado toda actividad volcánica.
Erupciones conocidas
Imagen satélite del lago
Toba.
Los sucesos de índice VEI-8 conocidos se muestran
en la lista dada a continuación. Las estimaciones en
cuanto al material erupcionado aparecen entre
paréntesis.
Lago Toba, Sumatra, Indonesia – hace 75.000
años (2.800 km³)
La erupción del lago Toba sumió a la
Tierra en un invierno volcánico, expulsando ácido
sulfúrico a la atmósfera y originando así la
denominada Edad de Hielo milenaria, y erradicando cerca del 60%
de la población humana de la época, tal como afirma
la teoría de la catástrofe de Toba.
Caldera de Yellowstone, Wyoming, Estados Unidos –
hace 2,2 millones de años (2.500 km³) y 640.000
años (1.000 km³)
El comportamiento de esta caldera en la actualidad es
examinado contínuamente por geólogos del US
Geological Service, que "no ven evidencias de que otra
erupción cataclísmica ocurra en Yellowstone en el
futuro previsible. Los intervalos de repetición de estos
eventos no son ni regulares ni predecibles." [1]
Caldera de La Garita, Colorado, Estados Unidos –
hace 27 millones de años (5.000 km³)Lago Taupo, Isla Norte de Nueva Zelanda – hace
26.500 años (1.170 km³)
Erupciones VEI-7
Otras muchas erupciones supermasivas han ocurrido
también en el pasado geológico, como las que
muestra la lista siguiente, todas de un valor de 7 en la escala
VEI. La mayoría de las mostradas superan a la
erupción del monte Tambora en 1815, que es la mayor
erupción del registro histórico humano.
Caldera Aira, Kyushu, Japón – hace 22.000
años (110 km³)Monte Aso, Kyushu, Japón – cuatro grandes
erupciones explosivas en el intervalo de hace 300.000 y
80.000 años (volumen total de 600 km³)Laacher See, Renania-Palatinado, Alemania – hace
12.900 años (300 km³)Caldera Kikai, Islas Ryukyu, Japón – hace
6.300 años (volumen máximo de 150
km³)Lago Taupo, Isla Norte, Nueva Zelanda – año
181 (100 km³)Caldera Diamante, Argentina-Chile – hace 500.000
años (260 km³)Caldera de Long Valley, California, Estados Unidos –
hace 760.000 años (600 km³)Valle Grande, Nuevo México, Estados Unidos –
hace 1,12 millones de años (unos 600
km³)Bruneau-Jarbidge, Idaho, Estados Unidos – hace 10-12
millones de años (más de 250 km³).
Responsable de los Ashfall Fossil Beds, situados
1.600 km al Este.
Autor:
Jilder Michael Castillo
Cabrera
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